domingo, 15 de abril de 2007

Reírnos de las desgracias ajenas

No podemos evitarlo!
cuando vemos alguna caída ajena, tropiezo y demás
lo primero que hacemos es reírnos, después ya veremos
si no a sufrido daños, y si por suerte esta bien,
ale! y se puede uno continuar riendo.
Pues a reírse con estas mujeres!
no de estas mujeres!

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